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Necesito funcionalismo, y lo quiero ahora: la Bauhaus y los principios básicos

  • Foto del escritor: Mariana Mata
    Mariana Mata
  • 15 jul 2015
  • 3 Min. de lectura

El objetivo último de toda actividad creativa es la construcción”


Hubo un momento en la historia donde la práctica del diseño, la arquitectura y el diseño industrial no era la panacea del hípster promedio. En aquellos años existía una lucha por el conocimiento, por trabajar de manera interdisciplinaria para alcanzar una mejor comprensión. Era la época en la que para ser arquitecto tenías que comprender a los objetos, las líneas y sobre todo la función de lo que construías, se veía a estas profesiones como una unión del artesanado, las artes y lo funcional. Era el momento histórico de la Bauhaus.


La Bauhaus se ha convertido en un concepto, y es una palabra que atrapa alrededor del mundo. Es una abreviatura para el proceso de modernización estética de la vida. A pesar de todo este movimiento arquitectónico, artístico y de diseño tuvo y tiene hasta nuestros días seguidores y detractores.


Fundada en Weimar en 1919 por Walter Gropius. El nombre Bauhaus deriva de la unión de las palabras en alemán Bau construcción, y Haus, casa. Esta escuela alemana fue un ícono de la innovación en el diseño. Sus esfuerzos por deshacer la ruptura entre arte y producción industrial tienen importancia hoy en día en una línea filosófica. En su programa de 1919 para la Bauhaus, Gropius escribió que las artes se habían vuelto aisladas en la era moderna y, que se debía forjar una nueva unidad. A través de una historia de 14 años, la Bauhaus fue un parteaguas en el diálogo entre los artistas avant garde, arquitectos y diseñadores.


El contexto histórico delimitó los preceptos de esta escuela. Después de la Primera Guerra Mundial el sistema de educación vio la explosión de Reformpädagogik, una filosofía moderna de educación, la cual fue llamada así por la introducción de métodos de enseñanza basados en la práctica. Gropius había hablado en 1917, sobre la necesidad de un cambio intelectual en el frente. Y cuando fue a Berlín a participar en las revueltas él escribió: “La atmósfera aquí está altamente cargada, y los artistas deben golpear mientras el hierro está caliente.” Alrededor de 150 estudiantes se enfilaron en las líneas de la Bauhaus, en su mayoría mujeres. Todos fueron atraídos por el moderno programa y el modo avant garde de Feininger. Muchos llegaron directo del servicio militar, esperando una oportunidad para recomenzar y darle sentido a sus vidas.


La Bauhaus tuvo tres directores a su cargo: Walter Gropius (1919-1928), Hannes Meyer (1929-1930) Ludwig van der Rohe (1930-1933), se ubicó en Weimar, Dessau, y Berlín. Estas épocas marcaron cada una de sus etapas, y se reflejaron en los planteamientos de educación, producciones. La Bauhaus fue la cámara de decantación de todas las vanguardias de le época. Sus filas se alineaban entre los pintores rusos Naum Gabo y WassilY Kandinsky, el americano Feinninger, el alemán Schlemmer, el holandés Albers, el húngaro Moholy Nagy y entre los arquitectos los también alemanes Gropius, su fundador, Meyer y Mies van der Rohe. Esta escuela renueva las enseñanzas modernas del arte, incorporando las teorías constructivistas que asignan valor a las formas por sí mismas, independientemente de lo que intenten representar, profundiza en el estudio del color y su significado psicológico e introduce cuestiones, como la textura, hasta ahora no tenidas en cuenta.


La Bauhaus recibió dos importantes influencias arquitectónicas del momento: las del Constructivismo ruso y el holandés. El edificio de la Sede de la Bauhaus fue construido en Dessau, en 1925-1926, por un equipo de profesores y alumnos dirigidos por Gropius, es uno de los más significativos ejemplos del Funcionalismo. Diversos elementos se ensamblan en su planta y alzado, conjugándose con gran armonía y equilibrio, dando movimiento, articulación funcional y belleza a la construcción.


La Bauhaus establece una nueva didáctica, fundamenta el aprendizaje en el dominio a escala real a partir de los escalones inferiores del diseño (mobiliario, objetos, ectétera) para, sólo desde este dominio introducir el proyecto simulado a escala los elementos urbanísticos. A partir de la noción que las metodologías serán similares en todos los casos.


En el primer documento oficial de la Bauhaus, firmado en abril de 1919, por la administración de la Staactliche Bauhaus Walter Gropius, queda plasmada la filosofía de la escuela: propugnaba la vuelta al artesanado con estas palabras “todos nosotros, arquitectos, escultores, pintores, tenemos que volver al artesanado. Porque no existe un “arte de profesión”. No existe diferencia sustancial entre artista y artesano. El artista es un artesano potenciado.


publicado en: http://elfanzine.tv/2015/07/necesito-funcionalismo-y-lo-quiero-ahora-la-bauhaus/

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