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La habitabilidad de tu hogar: la ergonomía en casa

  • Foto del escritor: Mariana Mata
    Mariana Mata
  • 17 mar 2016
  • 7 Min. de lectura

Al hablar de ergonomía lo último que se piensa es en arquitectura. Si bien esta disciplina del diseño está más enfocada al diseño industrial, también es de gran relevancia en el ámbito arquitectónico.

Desde hace décadas, las ciudades han crecido de manera desordenada. Los complejos habitacionales actuales no sólo se encuentran alejados de los centros de trabajo y demás servicios, sino que carecen de una metodología que establezca una habitabilidad adecuada para la población.

Los elementos ergonómicos en la arquitectura nos dan una noción de lo que debe ser un espacio sano y habitable.

El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 pretendía llevar al país hacia un modelo urbano sustentable que procurara la vivienda digna para los mexicanos. Pero ¿qué es una vivienda digna?

Tener una casa no sólo incluye cuatro paredes y un techo, los elementos que conforman el espacio deben ser adecuados para el número de personas que habitan un espacio, así luz, ruido, temperatura también son parte de la ergonomía arquitectónica.


¿Qué es ergonomía?

Los principios básicos de todo hogar son la comodidad y la seguridad para sus habitantes. El vocablo ergonomía proviene de los vocablos griegos ergos, trabajo y nomos, ley.

Ergonomía no sólo se refiere a cómo los objetos se adaptan al cuerpo humano, sino también refiere a los elementos que mejoran la vida. Esta disciplina que estudia el factor humano comprende la interacción entre el hombre y la interacción de este en un sistema. Analiza no sólo la disposición de los elementos espaciales y su ajuste al cuerpo, sino también elementos térmicos, acústicos y lumínicos que mejoren la calidad de vida.

Para lograr un hogar cómodo, el diseño arquitectónico se centra en el usuario, y para ello debería ser necesario consultar a los futuros habitantes.

Actualmente en México existen 2.8 millones de viviendas que deben ser reemplazadas, 11.8 millones que necesitan ser mejoradas o ampliadas y casi 32 millones de viviendas habitadas que en promedio tienen 3.7 habitantes por vivienda. Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con la ergonomía?

Si el objetivo principal es construir para los usuarios, entonces las constructoras y demás despachos arquitectónicos no deben perder de vista que en estos hogares debe ser posible desempeñar un buen número de tareas.

Esto incluye la construcción con materiales novedosos y que beneficien al usuario. En México, mientras se construyen rascacielos que reformulan la manera de vivir en comunidad, también se construyen casas de interés social que apenas alcanzan los 60 m2. Esta dualidad es un reflejo del acelerado crecimiento urbano. Mientras la población se mueve a la periferia, la ciudad se abarrota.

Es claro, entonces, que algo está fallando en la creación de hogares ergonómicos. Este tipo de diseño arquitectónico se debe crear a partir de la experiencia directa que se base en la observación de los futuros habitantes: ¿cómo habitan?, ¿qué es lo que hacen día a día?, y no en grandes teorías arquitectónicas que dictan cómo debería ser el espacio para las personas.

El tipo de producción de vivienda que tenemos hoy en día responde al tipo de sociedad al que pertenecemos: somos una sociedad de producción masiva. Las exigencias del tiempo no piensan en los individuos, sino en grandes grupos de usuarios, para los cuales se crearán objetos (en este caso hogares) estandarizados.

Un hogar ergonómico debe beneficiar al mayor número de usuarios, haciendo que este se adecue a los habitantes y no a la inversa, y debe cumplir con un par de elementos benéficos que pueden ser resumidos así:

  • Mejorar: seguridad, salud, ejecución en el trabajo, calidad de vida y en el mundo objetal

  • Reducir: esfuerzos innecesarios, fatiga, desgaste prematuro

  • Facilitar: actividades y uso de objetos, herramientas, máquinas, etc. En el trabajo y en la vida cotidiana

  • Evitar: errores o accidentes

Otras formas ergonómicas se basan en el estudio de las distancias corporales (antropometría) que después pueden ser aplicadas al diseño de interiores a partir de las siguientes pautas.

  1. El espacio para las extremidades cuando el individuo está de pie o sentado: es un requerimiento anatómico directo y funcional del cuerpo humano, y comprende el radio de acción de brazos, espalda y piernas

  2. El espacio que necesita el cuerpo humano para operar el equipo: los ejemplos incluyen el uso de instalaciones tales como estufas, baños, y retretes

  3. El espacio para la circulación en los cuartos y corredores: esto se basa en los estudios de movimientos del tránsito y del análisis del uso de corredores y pasajes

  4. Los movimientos de las personas en las viviendas. Los estudios utilizados en este renglón son los de las demandas que se originan en cada cuarto, así como los de tiempos y movimientos.

La historia de la ergonomía en México

La discusión sobre un espacio ergonómico para habitar se puede analizar desde el recorrido histórico del sector mexicano de la vivienda. Actualmente la discusión se orienta hacia el desarrollo sostenible como parte de una agenda urbanística global.

En el caso de la vivienda social, la sostenibilidad debe contemplarse desde el inicio de los proyectos tomando en cuenta: ahorro de energía, recuperación de recursos naturales, no sólo por los beneficios ambientales, sino también por la reducción de gastos a los habitantes.

Un aspecto relevante en cuanto al desarrollo de la vivienda en México es el tamaño de los hogares. Las dimensiones de las casas están determinadas por las necesidades, el presupuesto y la finalidad del proyecto.

En el caso de las viviendas de interés social como el Infonavit o el Fovissste, el presupuesto es el principal “limitante”, y por ello el tamaño de la vivienda es restringido. A lo largo de la historia, las dimensiones de la vivienda aumentaron de los primeros años de 1900 hasta 1980, y a partir de entonces el tamaño ha disminuido.


En 1917, el texto original de la Constitución establecía la obligación de otorgar a los trabajadores viviendas cómodas e higiénicas. De esto derivaron los proyectos habitacionales de los decenios de 1920-1930.

En la década de 1940, el arquitecto mexicano, Mario Pani comenzó su trabajo habitacional que finalizó en la década de 1960: los multifamiliares Miguel Alemán, el Centro Urbano Presidente Juárez, y la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco, que son muestra de la planeación para una vida en comunidad y que preponderaba las necesidades de los habitantes y proponía una vida peatonal (gran contraste al pensar en los desarrollos de Santa Fe).

Para muestra de este modelo arquitectónico que pensaba en un tipo de vida en común, también se encuentra la Unidad Independencia (1963), Integración Latinoamericana. La vivienda social de estas décadas, a diferencia de la actual, respondía a un diseño integral que conjugaba no sólo la vivienda cómoda, sino que abarcaba también educación, comercio y recreación.

Fue en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari cuando se realizaron grandes modificaciones en el ámbito de la vivienda y el desarrollo urbano. Al fomentar modificaciones en materia de uso de suelo, debido a la compra de terrenos a bajos precios que fueron aprovechados por las constructoras, la explosión demográfica de la zona metropolitana alcanzó nuevos lugares alejados de las zonas de trabajo.

Otro de los problemas que presentó esta modificación fue la falta de normativas urbanas. A la larga se crearon grandes desarrollos urbanos alejados de la urbe, sin infraestructura ni servicios, y pese a que la demanda de vivienda fue satisfecha, el producto era ineficiente y limitado, es decir: nunca se pensó en el usuario.

¿Cómo lograr una vivienda ergonómica?

El diseño arquitectónico, desde el punto de vista ergonómico, se debe centrar en lograr una mejor calidad de vida en el hogar, trabajo, y para la comunidad. Experimentar una mejor calidad de vida en estos lugares incrementa las posibilidades de aprendizaje, descanso, relajamiento y satisfacción.

Esto se logra a través de considerar no sólo al usuario, sino también la cultura a la que pertenece, las funciones que desempeña en el espacio, los hábitos y costumbres de la persona.

A continuación algunas consideraciones sobre el espacio en el hogar:

COCINA:

  1. Tareas que desempeñan en la superficie de trabajo tales como pelar vegetales, batir, batir en un tazón o rebanar pan deben estar 119 mm debajo de la altura del codo

  2. Tareas desempeñadas en la superficie como untar mantequilla y cortar ingredientes deben realizarse 88 mm debajo de la altura del codo

  3. Tareas que requieren hacer presión hacia abajo, amasar, planchar: 122 mm debajo de la altura del codo

  4. En general lo recomendable son 110 mm por debajo de la altura del codo.

BAÑO:

El baño debe combinar estética con funcionalidad: es un ambiente que debe propiciar relajamiento, esparcimiento con las configuraciones propias del uso que se le da.

  1. Lavabo: el criterio es relativamente simple. Debe ser posible humedecerse las manos sin que el agua corra a través de los antebrazos y la flexión debe reducirse. El borde del lavabo debe tener la altura del codo del usuario más pequeño

  2. Excusado: La posición en cuclillas es la más eficiente, ya que hace presión en los intestinos. Los diseños occidentales no estaban pensados de esa manera. El nivel de los excusados, al igual que el lavabo debe ajustarse a las personas más bajas

RECÁMARA:

  1. La cama debe ser lo suficientemente ancha para que permita hacer cambios de postura

  2. La altura de la cama y la conductividad térmica de los materiales también deben ser considerados desde el punto de vista ergonómico

Otro elemento importante a considerar es la ergonomía ambiental. Esta se encarga de las condiciones físicas que rodean a los habitantes, y que influyen en su desempeño al realizar diversas actividades. Engloban la evaluación térmica, acústica y lumínica.

  1. El confort térmico se alcanza bajo una condición neutral, es decir el cuerpo no experimenta calor, frío o humedad, ni necesita activar mecanismos para mantener balance térmico

  2. El confort lumínico debe alcanzarse sin presentar dificultades en las tareas. Es decir, exceso o falta de luz en el ambiente. La siguiente tabla señala el nivel de iluminación necesaria para cada una de las zonas del hogar:

  3. El confort acústico se alcanzan cuando se puede percibir y controlar el sonido. En una casa el objetivo es que el ruido interior no alcance a las demás viviendas y que el ruido exterior no penetre a la vivienda, ni produzca vibraciones a la construcción. La siguiente tabla muestra los decibeles confortables, así como el aislamiento que proporciona cada uno de los elementos de una casa:

Conclusiones

La creación de hogares ergonómicos en México presenta un gran campo de oportunidad, y el mayor problema es la no planificación con base en la vida de los usuarios.

Estas consideraciones son elementales para el desarrollo de viviendas sostenibles. Por ello es necesario revisar los procesos a través de los cuales se construyen las viviendas de interés social, a partir de la observación para después poder diseñar y construir de manera armónica espacios en los que el hombre pueda interactuar en el espacio y crear una vida en comunidad.

Mientras estos procesos de construcción no se revisen y la falta de infraestructura en las periferias continúe, los resultados serán desastrosos: largos traslados hacia los centros de trabajo, carencia de seguridad pública, abandono de viviendas, hogares más pequeños y de menor calidad, crecimiento de la manchar urbana. La respuesta de los habitantes se ha dirigido hacia la autoconstrucción, y esta solución implica otras problemáticas.


publicado en: http://propiedades.com/blog/arquitecura-y-urbanismo/vivienda-ergonomia-mexico


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