¿Puedo tomar agua de la llave en la Ciudad de México?
- Mariana Mata
- 24 feb 2016
- 7 Min. de lectura

Un nombre más apropiado para nuestro planeta podría ser Agua, en lugar de Tierra, pues cerca del 70% de su superficie se conforma por este líquido. Pero para nuestros fines se presenta un problema: solo el 0.007% del total es agua dulce que sirve para uso humano directo.
En México, para lograr abastecer de agua potable a la población nacional, se emplean 742 plantas. Gracias a estas, en 2010 México se ubicó en el número 83 de 188 países evaluados en cobertura de agua potable por la ONU, un poco por arriba de la media mundial.
¿De dónde viene el agua que consumimos en la Ciudad de México?
El agua que es abastecida a la Ciudad de México proviene principalmente del sistema Cutzamala, que forma parte de la XIII Región Hidrológico-Administrativa. Esta región se conforma por 105 municipios del Estado de México, Hidalgo y Tlaxcala, además de las 16 delegaciones del Distrito Federal, y se subdivide en dos subregiones: Valle de México y Tula. Como datos adicionales: es la región de menor extensión territorial, con una superficie total de 18 mil 229 km2, y la más poblada.
Originalmente la cuenca del Valle de México tenía casi 2 mil km2 y se conformaba por cinco lagos: Xaltocan, Zumpango, Texcoco, Chalco y Xochimilco. Debido al proceso de urbanización estos cuerpos acuíferos se redujeron hasta medir solo 56.76 km2. Así, al tratar el tema de la procedencia del agua en la Ciudad de México también aparece el de la disponibilidad, uno de los indicadores más utilizados en todo el mundo para detectar los problemas del agua potable. En la región XIII, la disponibilidad natural se estima en 160 m3 per cápita al año, es decir 160 mil litros para cada quien.
Para abastecer a la Ciudad de México se extrae y se importa agua de otras cuencas del suelo en un volumen de 4 mil 949 hm3 al año. De dicho volumen de agua se reúsan anualmente mil 785 hm3, de los cuales casi el 94% es para riego del campo, 4% para riego de jardines y lavado de autos, y el 2% para uso industrial.
De acuerdo a las cifras de agua.org la Ciudad de México recibe 34 mil 430 litros de agua potable por segundo, esto equivale a 220 mil pipas de agua al día: el habitante promedio en México consume 360 litros de agua potable diariamente.
No obstante la infraestructura para abastecer agua, la venta de agua embotellada en México ha crecido de manera desmesurada. De hecho, este país se encuentra en el primer lugar de la lista de consumidores de agua embotellada: tan solo en 2014 se consumieron 351 mil millones de litros, y se espera que para el 2018 este número se eleve a 356 mil millones.
De acuerdo con las cifras de The Statistics Portal el consumo per cápita de agua embotellada en México aumentó en poco más de 40 litros en cinco años, de 224.09, en 2009, a 264.22 litros, en 2014. Este hecho impone una pregunta: ¿es la percepción sobre la calidad del agua potable lo que ha impulsado a este hecho o son otras las razones por las que se consume tanta agua embotellada?
En cuanto a la percepción de satisfacción del agua, los datos emitidos por la OCDE revelan que solo el 67% de las personas están satisfechas con la calidad del agua en México. Esta cifra está por debajo de la media (81%) establecida por dicho organismo, por lo que probablemente esta sea una causa del alto consumo del agua embotellada, aunque no la única.
¿Por qué se toma agua embotellada?
Alrededor de este tema existen varios mitos y la mayoría de ellos están relacionados con la percepción de la mala calidad del agua potable en la Ciudad de México, que se percibe como turbia o contaminada. Sin embargo, mostraremos que no necesariamente es así, y que también hay otras razones por las que se consume agua embotellada.
De acuerdo con datos de la UNESCO, un litro de agua embotellada puede costar hasta mil veces más que el agua de la llave. El costo de un 1 m3 de agua (mil litros) es de alrededor de 2 pesos, mientras que un litro de agua embotellada puede costar hasta 20 pesos, por poner un ejemplo. El agua envasada conlleva varios otros costos, desde los de operación de la planta purificadora hasta la distribución, pasando por nóminas, impuestos, entre otros.
Cada mexicano consume en promedio 480 litros de agua envasada al año, de acuerdo con un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, lo que conlleva un gasto considerable que podría no tener que hacer. Por otra parte, hay que tomar en cuenta los aspectos contaminantes del consumo de agua envasada, desde la energía que se invierte en el proceso hasta la contaminación que produce el plástico de los envases (PET) que proviene del petróleo, un recurso no renovable.
De acuerdo con la Profeco, el consumo de agua responde también a ideas de salud pasadas por el tamiz de la publicidad o simplemente por modas. Sin embargo, el agua potable, es decir, el agua que puede beberse, está disponible en la mayoría de las casas de los habitantes de la Ciudad de México.
A continuación presentamos un mapa que elaboramos con información de Sacmex, en el que se indican las colonias de la Ciudad de México con abastecimiento de agua potable, de agua que puede consumirse y de agua no apta para el consumo humano:
Los colores de las zonas indican lo siguiente:
Azul: agua que se suministra a la población, cumple con los límites permisibles establecidos en la NOM, siendo apta para uso y consumo humano.
Verde: Agua que no cumple con la nom 127-ssa1-1996, pero que su consumo no afecta a la salud. El agua que se suministra a la población rebasa los límites permisibles establecidos en la NOM, sin embargo las concentraciones en las que ese presentan, no causan efectos adversos a la salud si se ingiere. Los sitios que presentan esta problemática ya fueron atendidos por el área operativa del Sacmex y resulta su problemática, acciones que ya fueron verificadas por el área técnica mediante una muestra y análisis de la calidad del agua.
Naranja: Agua que no cumple con la nom-127-ssa1-1996 y que solo es apta para su uso en los servicios de limpieza de la casa habitación y para el uso sanitario. El agua de suministro de estas zonas se considera para la construcción. La de consumo humano es suministrada por carros pipa.
Es cierto que la calidad del agua potable no es la de mayor pureza o claridad en el mundo, sin embargo si es potable, significa que puede beberse. Hace poco, la empresa Mwater desarrollo una aplicación para mostrar la calidad del agua por zona. Esta aplicación digitaliza la información que recogen los brigadistas que monitorean la calidad del agua por zonas y que verifican que cumpla con los estándares.
¿Cómo se mide la calidad del agua potable en la CDMX?
El Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México se encarga de medir la calidad del agua, a través de la Red Nacional de Monitoreo de Calidad del Agua, y se ocupan no solo de evaluar la calidad, sino también de medir la potabilidad con base en dos indicadores: la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO5) y la Demanda Química de Oxígeno (DQO). A través de estos parámetros se determina la cantidad de materia orgánica en el agua. Los siguientes cuadros muestran los parámetros y criterios:
Por otro lado, la Norma Oficial Mexicana (NOM-127-SSA-1194)determina los límites permisibles de calidad y tratamientos del agua para su potabilización en cuanto a concentración de componentes que garantizan la potabilidad, como bacterias, pero también sobre las características físicas, químicas y radioactivas del agua, con el fin de prevenir y evitar la transmisión de enfermedades gastrointestinales.
Por ejemplo, el agua abastecida no debe contener E. Coli en ninguna muestra de 100 ml. Mientras que en sistemas de abastecimiento de localidades con poblaciones mayores a 50 mil habitantes estos organismos deben estar ausentes en el 95% de las muestras tomadas en un periodo de 12 meses. Además deberá tener ciertas características físicas y organolépticas que se describen en dicha norma.
¿Qué enfermedades se contraen a través del agua contaminada?
Las enfermedades que se pueden contraer por consumo de agua contaminada son diversas: desde diarrea hasta cólera, pasando por la fiebre tifoidea o poliomielitis. Entre otras enfermedades asociadas a la contaminación del agua se encuentran el envenenamiento por arsénico, fluorosis (una enfermedad en los huesos causada por altas concentraciones de fluoruro en las aguas subterráneas), dracunculiasis (parásitos intestinales que pueden llegar a medir un metro de largo y producen úlceras, y que afectan al 10% de la población en países en vías de desarrollo) y paludismo.
Aunque el costo del servicio de agua y saneamiento en México provienen de tarifas, impuestos y transferencias, los costos de inversión son insuficientes para mantener el servicio en las condiciones actuales, de acuerdo con el estudio Agua Urbana en el Valle de México, por lo que se están considerando nuevos proyectos.
La demanda actual de agua asciende a los 4,700 hm3, mientras que la capacidad de infraestructura provee solo 3,300 hm3; el resto de la demanda se satisface con la sobreexplotación de los acuíferos. El panorama para 2030 plantea una severa problemática debido al crecimiento de la demanda, que para este año podría ascender a 5,286 hm3, mientras que bajo la infraestructura actual, la oferta solo podría cubrir 3, 587 hm3, es decir existirá una brecha hídrica de 1, 699 hm3.
Para reducir esta brecha, el gobierno actual propone la implementación de 33 medidas técnicas que aportarían un volumen de 1,895 hm3, y que requerirán una inversión de 68 mil 200 millones de pesos. Otros gastos en infraestructura dan un total de 182 mil millones de pesos para poder lograr una política hídrica sustentable para el 2030, y 123 mil millones de pesos para mantener en operación los actuales sistemas de abastecimiento de la XIII Región Hídrica.
El panorama ambiental futuro, desde hace ya un par de décadas, se muestra desfavorable. En el caso de la Ciudad de México, el sistema Cutzamala es la fuente de abastecimiento de una megalópolis cuyos lagos (que podrían abastecer la demanda de agua) están casi desaparecidos. Los ríos han sido entubados, y la cuenca tiene graves problemas de deterioro. De aquí a quince años factores como el cambio climático, la expansión demográfica y la creciente urbanización suponen desafíos para el sistema de abastecimiento del agua. El futuro aguarda por una evolución de las fuentes de abastecimiento de agua potable y de riego, con mayores avances en aguas subterráneas y fuentes alternativas (como aguas residuales). Resulta importante recordar que una persona puede vivir sin alimento por un mes, pero solo 7 días sin beber agua.
publicado en: http://propiedades.com/blog/arquitecura-y-urbanismo/puedo-tomar-agua-de-la-llave-en-la-ciudad-de-mexico
Entradas recientes
Ver todoUna colonia emergente es aquella que está en proceso en transición y que en unos 5 a 10 años será una colonia consolidada. El proceso de...