5 zonas arqueológicas del Preclásico para redescubrir
- Mariana Mata
- 5 jul 2015
- 5 Min. de lectura

Viajero, explorador, esta vez decidimos entrar a la dimensión prehispánica para investigar sobre algunos de los asentamientos arqueológicos más importantes del periodo preclásico de lasculturas precolombinas. En estas ruinas habitaron grandes civilizaciones: mayas, olmecas, zapotecas, náhuas. Sus construcciones poseen gran valor cultural y arquitectónico. Redescubre cómo vivían los antiguos habitantes de México, en la época donde el Wi-Fi y las pantallas táctiles hubieran sido brujería o un mensaje de los dioses.
1. Palenque
Lo que conocemos de la zona arqueológica de Palenque es apenas una pequeña muestra de los 1,500 edificios prehispánicos que se encuentran en esta selvática región chiapaneca. En total se ha excavado solo 15% de estas increíbles estructuras. Este complejo arqueológico está situado a 284 km de Tuxtla Gutiérrez y a 200 km de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas. Fue una de las ciudades más poderosas bajo la dinastía de Pakal y, al ser abandonada (850-900 d. C.), las construcciones quedaron cubiertas por la selva tropical. La orientación de estos emplazamientos, sintetiza el encuentro entre lo terrenal y lo divino, y fue pensada por científicos y arquitectos prehispánicos para coincidir con la dirección de los puntos cardinales.
Bajo el mando de esta dinastía, Palenque se convirtió en la ciudad más prominente de la región occidental maya, importancia que se reflejó en la arquitectura de edificios como el Templo de las Inscripciones, donde se encuentra la tumba de Pakal II, y a través jeroglíficos en tableros de roca, conocerás la historia de la dinastía en la ciudad, la muerte de Pakal, su mítico descenso al inframundo y paso a la inmortalidad. Otra muestra de la grandeza del lugar se encuentra en el Parque Nacional Palenque, donde puedes hacer recorridos y encontrar monos saraguatos y aulladores en tu camino, escuchar el canto de un buen número de aves y jaguares; y con ayuda de guías locales puedes conocer los alrededores de la cascada Misol-Ha.
2. La Venta
Los habitantes de la región del hule construyeron La Venta como el centro cívico y ceremonial más importante. Ubicado en la frontera de Tabasco y Veracruz, en medio de la región pantanosa que forma el río Tonalá, esta zona sacro-real olmeca era testigo de toda clase de rituales, entre los que destaca por su crueldad, el sacrificio y desmembramiento de niños. Los miembros se enterraban junto a algún hombre importante, que se vería beneficiado en su viaje al más allá. La Venta representa el primer trazo arquitectónico planificado en el México antiguo. Por lo que podemos imaginar el alto grado de organización política, social, económica y religiosa.
La arquitectura monumental olmeca se constituye de bloques de basalto y andesita tallados en las canteras de la Sierra de los Tuxtlas, ubicada a 80 km. Este elemento de construcción junto al acervo escultórico y las ofrendas de jade son únicos en el mundo prehispánico. La sociedad local consistía en una clase de artesanos, trabajadores y agricultores que mantenían a las demás clases a través de la construcción instrumentos de basalto y obsidiana, adornos de conchas y piedras finas que cambiaban por objetos como: jade de Guatemala, obsidiana de Hidalgo. Fueron los primeros mesoamericanos en recoger y procesar el petróleo que brotaba de los yacimientos naturales localizados en las cercanías de esta ciudad.
3. Cuicuilco
El Lugar de los cantos o ruegos se sitúa al sureste de la cuenca de México, actualmente es la delegación Tlalpan. Es uno de los primeros centros religiosos en el Valle de México. Esta zona era estratégica por la cercanía de los recursos naturales, y por ser un punto sobre la ruta hacia el Valle de Toluca. Esta ciudad, contemporánea de la cultura Olmeca, quedó sepultada bajo lava volcánica. El volcán Xitle terminó el conflicto de la creciente ciudad de Cuicuilco con la naciente cultura Teotihuacana.
Desarrollaron una arquitectura compleja, diversa y planificada. En los poblados donde vivían sacerdotes, gobernantes y artesanos se construyeron grandes templos, para adorar a los dioses y amplias plazas donde acudía gente de las aldeas vecinas a celebrar las fiestas e intercambiar productos. En el centro del sitio se levantó un templo de 20 m de altura. Alrededor había terrazas y altares de piedra y a las orillas del pueblo vivían los campesinos junto a sus milpas.
4. Chalchihuites
Nacida de manera violenta a través del enfrentamiento entre agricultores y aborígenes nómadas, Chalchihuites esconde centros ceremoniales y astronómicos, míticos lugares de culto de los nahuas a las deidades de la fertilidad y el fuego. Se ubica a 229 km de la ciudad de Zacatecas y estratégicamente a solo 4.2 km del Trópico de Cáncer. De este centro ceremonial partía una serie de calzadas que lo vinculaban con asentamientos secundarios, minas, sitios de observación astronómica y otros lugares con implicaciones rituales. El diseño y edificación de esta ciudad permite observar el desplazamiento anual del Sol y anticipar los cambios de las estaciones, y era vital para el ciclo agrícola.
El violento surgimiento cultural quedó patente en los patrones arquitectónicos de los asentamientos. Los complejos de patios con altar y plataformas se extendían a las aldeas y centros ceremoniales, que eran construidos con losas y adobes, con escaleras, pirámides, laberintos y salones de columnas. Encontraremos petrograbados de círculos y cruces con referencias calendáricas semejantes a los de Teotihuacán. La relación entre los sacrificios humanos, el tzompantli, un altar donde se ponían los cráneos de los decapitados aun sangrantes, y la figura del Chac mool muestran que se trata de una región con un desarrollo cultural que antecedió a las manifestaciones que aparecerían en el altiplano central. En los centros ceremoniales se encontraron objetos de turquesa y cerámica relacionados con ritos funerarios y religiosos, como en el templo de los cráneos, con dos pequeños cuartos con un fogón al piso.
5. Monte Albán
Durante más de 1,200 años Monte Albán fue la capital de los zapotecas. Fundada en lo alto de una montaña, se construyeron templos y palacios de piedra, esta ciudad se encuentra a 10 km deOaxaca de Juárez. Esta montaña sagrada o cerro verde, fue una de las ciudades más importantes de Mesoamérica, ejercía control político, económico e ideológico sobre otras culturas. Esta civilización fue un punto de encuentro en el comercio mesoamericano, establecieron lazos de intercambio con regiones de la costa del Golfo de México.
Arquitectónicamente destaca la Plaza de los Danzantes, donde se encuentran se encuentran más de 300 esculturas de prisioneros cautivos que representan el poderío militar de la ciudad. La gran plaza se ubica en el corazón del antiguo centro ceremonial, que a su vez era una explanada para un antiguo tianguis. La plataforma sur es la construcción más grande de este sitio arqueológico, con 40 metros de altura. También posee un juego de pelota que se llevaba a cabo siempre con fines ceremoniales. Las habitaciones de los nobles contaban con patio central y cripta familiar subterránea. Enterraban a sus muertos junto a grandes urnas de cerámica que representaban a sus dioses.
publicado en: http://propiedades.com/blog/el-top/5-zonas-arqueologicas-del-preclasico-para-redescubrir
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