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Buscando los Noventa

  • Foto del escritor: Mariana Mata
    Mariana Mata
  • 10 feb 2015
  • 3 Min. de lectura

Dinosaur Jr. Converse Rubber Tracks, tercera edición.

La misión de la noche, además de que los oídos explotaran con distorsión ejecutada con propiedad, era encontrar la respuesta a una hipótesis ¿acaso bandas como Dinosaur Jr. tienen seguidores fieles, reales y entregados a la nostalgia de 1990? O somos sólo producto de la entropía y por ello tomamos todo lo que entra en el molde de lo que queremos ser o conocer. Como respuesta a esta pequeña cuestión realizamos varias observaciones como antropólogo social no certificado.


El sonido de Dinosaur Jr. se resume en un nombre J. Mascis, una guitarra que sonaba a volumen desmedido, que convertía las canciones en experiencias incendiarias llenas de sobre amplificación y que marcaba el inicio y final de cada disonancia a su antojo. Las canciones terminaban de manera seca, sin previo aviso, sin concesiones no requeridas. No sabemos si adjudicarlo al paso del tiempo, y los casi 50 años de los integrantes. Así durante la hora y cuarto de presencia en el escenario Mascis llevó a la audiencia a un par de viajes sonoros, y también a un par de finales inesperados. La banda se despidió con el cover de The Cure a las 11:30 pm.


Hawaiian Gremlins dio los primeros riffs de la noche, con un cover de I wanna be adored (Stone Roses) iniciaron la sinuosa tarea de abrir un concierto para unos dinosaurios de la música. El sonido bien ejecutado (que nos recuerda a los Smashing Pumpkins y por momentos a The Cure) de esta banda nacional no pudo salvarse del desprecio del público. Un vaso dio en el blanco de uno de los guitarristas, esto como muestra de nuestro malinchismo o quizá sólo de la intolerancia de la audiencia.

Asistimos a una burbuja suspendida en el tiempo, un cliché hecho pastiche de la década de 1990. Camisas a cuadros, playeras a rayas. Humanos sumergidos en un viaje sonoro. La audiencia cercana al escenario vivía la nostalgia de la década con propiedad, público surfeando en el público, cuerpos golpeándose, artillería pesada entrando en canciones que encendían las pasiones de la melancolía. Todos unidos ante un despliegue de ruido.


En la parte trasera, se encontraba otro concierto. Uno más aburrido, si hemos de pecar de total honestidad. Allá los asistentes se movían de un lado a otro, sin mucho ánimo.

Las expectativas de esta investigación revival, era encontrar rostros más viejos. La sorpresa fue que en realidad encontramos rostros jóvenes. Así que planteamos una nueva pregunta ¿quién va a ver a Dinosaur Jr en realidad? Jóvenes perdidos en algún estado alterado de la mente. Caras rosadas que se quejan de que nunca verán a Sonic Youth. Intensas caricaturas de 1990 con cabello largo y que agitan el cabello sin ritmo alguno. Y también un pequeño ejército de seguidores noventeros.


Hemos de aceptar y enfrentar algo ante este espíritu que ya no huele a adolescente. Los 90 han pasado. Estas bandas representan escuela para nuevas generaciones que buscan el ruido, y la distorsión como guía. Y si en verdad buscamos y seguimos la brújula del sonido “alternativo”, ésta nos llevaría a bandas como las que se estarán presentando en el Festival Nrmal (28 de Febrero y 1 de marzo). Aquí encontraremos una evolución, de la época de los sonidos independientes. La conclusión de esta investigación es breve y poco sorpresiva. Hoy es posible todo al vivir en el estadio de entropía, mucha información, muchas posibilidades,


Publicado en: http://elfanzine.tv/2015/02/dinosaur-jr-buscando-los-noventa/


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