Transiciones
- Mariana Mata
- 28 oct 2014
- 2 Min. de lectura

Músculo ventricular. Es eso que sentimos se rompe, es como si alguien metiera la mano y nos apretara con fuerza el corazón que nos da vida.
Hecho: los músculos no se rompen.
La idea, la simple concepción de algo así es tan descabellado como pensar en el viaje por el tiempo. La humanidad no ha conseguido transportar la materia sin alteración alguna.
El tiempo, por lo tanto, es lo que se rompe, es lo que fragmentamos, es lo que sentimos que duele.
No el músculo ventricular, no eso que conocemos como corazón. El tiempo es lo que se altera, por lo tanto se altera también la materia.
Somos entes conscientes, pero volátiles. Cualquier decisión no se toma con sentimientos. Eso, es conocido como impulso.
Los impulsos cerebrales son conexiones de una serie de elementos químicos, y de corrientes eléctricas que nos permiten concebir algo tan ficticio como poder transportar los cuerpos de un lugar a otro en espacio y tiempo.
No somos dueños de nada, para que quede claro, no poseemos el pasado, el presente es inmediato, y el futuro es incierto. Sólo tenemos lo que pensamos, esos impulsos eléctricos que sí podemos moldear, transformar, cambiar, tener bajo control.
Todo esto ya suena en si mismo a una contradicción. Somos impulsivos y con capacidad de decisión. Somos imperfectos, pero buscamos un orden que explique las cosas. Buscamos respuestas a preguntas que ya se han hecho, y de las que nadie posee verdad.
Los músculos no se rompen, el tiempo avanza, la materia cambia bajo cuatro dimensiones. No podemos prever, no podemos dar por sentado ninguna decisión como final, no podemos estatizar el tiempo. Ya Borges lo decía: Ninguna decisión es final, todas se ramifican en otras.
Pensemos en el cambio como una constante que nos hace escapar de lo automático. El tiempo se fragmenta, el músculo ventricular es aplastado. Sentimos que duele, el proceso nos hace pensar que eso es lo que debía pasar, que el tiempo es lo único que es certero, constante, es la única ancla para la cordura.
Tiempo y decisión es aquello que poseemos en una transición.
publicado en: http://errr-magazine.com/transiciones/