Isaac Cordal: gente miniatura
- Mariana Mata
- 15 jul 2014
- 2 Min. de lectura

Detengámonos un momento. Antes de comenzar nuestra promoción de arte callejero, pensemos en detenernos en medio de una calle transitada, atestada de personas que, como nosotros, tienen pisa por llegar a ningún lugar. Atrapados en el traje de oficina, con miles de tareas pendientes que realizar. Ahora caminemos, e imaginemos que todos ellos, que nosotros somos en verdad miniaturas, seres diminutos que se enfrentan al monstruo del progreso, del cambio, de la insuficiencia del tiempo para satisfacer las necesidades de la vida. Como ciudadanos del siglo XXI no conocemos la palabra alto, día a día se nos exige más y más comprar más, vender más, ser más, competir más. El exceso llena el vacío que nuestra propia cultura ha construido.
Ahora continuemos, no tenemos que ceder ante los caprichos de la imaginación, los ciudadanos miniatura que hemos planteado son parte de la urbe en realidad, esta motivadora experiencia de encontrarnos reflejados en miniatura por las calles es el característico trabajo del español Isaac Cordal que comenzó en 2002, situando miniaturas en las calles. Las figuras que oscilan entre los 10 y 25 centímetros componen maquetas que llaman la atención de cualquier transeúnte. Las escenas citadinas de Cordal han avanzado un largo camino desde el 2002, en el año 2006 visualizó el proyecto a una escala mayor, que se convirtió en Eclipses de cemento, dicha obra ocupa varios espacios en Europa como lo son España, Francia, Berlín y en fechas recientes su trabajó se encontró en Nueva York.
Su obra recuerda una constante de las ciudades, y del mundo en general. Los hombres grises, que son aquellos a quienes les han robado el tiempo y por lo tanto han sido alienados. Estos hombres son idénticos y en sus rostros vemos el reflejo de la falta de vida que los trabajos rutinarios nos proveen. La obra del español pretende llamar la atención del ciudadano común, recordar la falta de interacción con del hombre con su entorno, y el daño colateral de este suceso. Las figuras en miniatura abren las puertas a un mundo espejo, que nos muestran la cara de lo que parecemos ser
Sobrevivientes de la urbe, sus figuras como os habitantes se enfrentan a la jungla de asfalto, y aquellas que logran sobrevivir se convierten en parte del entorno social que reflejan nuestra condición como masa, aquí no hay espacio para los individuos, sólo somos entes indiferenciados llenos de semblantes paranoicos y caóticos. La apertura a la significación de la obra de Isaac Cordal es la oportunidad de preguntarnos ¿cuál es nuestra función en el espacio citadino, qué significa vivir en la urbe , y qué debemos hacer para no convertirnos en hombres grises?
publicado en: http://elfanzine.tv/2014/07/isaac-cordal-hombres-miniatura/
